Nuestros talleres se mueven.
Sí, tenemos esa virtud, los de siempre ya lo sabéis; pero, por si alguien lo ha leído por ahí y se lo pregunta: así es. Nos movemos.
Ir con un bebé de aquí para allá, no es fácil, así que utilizamos distintos espacios por la ciudad de Madrid o fuera de ella, para montar nuestros talleres y dar nuestras charlas. Unas veces buscamos nosotros salas para poder llegar a distintas zonas, otras veces solicitan el taller establecimientos, instituciones, hospitales... etc. Otras bellísimas veces alguna mamá alumna nos ha llevado a su zona y ella misma se ha ocupado del boca a boca y nos ha descubierto otro mini mundo, en una localidad, un barrio o población cercana.
Sí, Bebe Up! se mueve.
Vídeo del taller Finales de JUnio
No tenemos fotos tan buenas como otras veces que la fortuna ha querido que hubiera un papá fotógrafo (aún nos faltan fotos y Nines con su teléfono hizo estas que no son profesionales pero son preciosas y se les ve disfrutar, mil gracias) . Pero estas sonrisas maravillosas tenían que tener su montajito y su canción, habida cuenta de que "El señor Martín" estaba presente ;-) y que es una de las canciones preferidas de Carmen. Muchos besos y os deseo fresquito, pufff
28 de Junio: Escuela de Calor
Me he dado el gusto de ponerle este título como homenaje a
Santiago Auseron y Radio Futura (que, por cierto, es una buena opción para
ponerle a los bebés y bailar al más puro estilo “movida madrileña de calidad”) y
el motivo se explica como sigue:
Fuimos poquitos, la ola de calor hizo que varias de las
familias que tenían su matricula hecha no acudieran, ya que les surgió un viaje
a la playa, subir a la sierra a casa de los abuelos… etc. Las familias con
bebés chiquititos huían de Madrid con sobrados motivos y merecida suerte. Eso
hizo que mi gratitud a los que si acudieron fuera mayor, a pesar de entender
perfectamente lo contrario. Y es que sí, hizo calor, incluso en Más Natural
donde parece haber un microclima y se notaba un alivio al entrar, según
avanzaba la mañana avanzó también el sopor que se colaba por las rendijas de
las persianas y la ventana de mi derecha que abrimos un poco. Nines, como
siempre atenta y eficaz, nos alivió un poco con un ventilador, que refrescó nuestros
ejercicios y el tiempo que pasamos juntos. Sin embargo, los talleres de
primavera y verano tienen algo especial y maravilloso y es, precisamente, esa
inmersión en el buen tiempo que nos proporciona triple ventaja: por un lado
estar ligero de ropa es condición sine qua non para nuestros propósitos, que
puede tener grados efectivamente, pero el calor lo favorece mucho; por otro
lado, es la época en la que la mayoría nos cogemos las vacaciones, lo cual nos
proporciona mucho tiempo y, mucho de él al aire libre, para practicar y
disfrutar de los peques; y por si todo esto no fuera bastante, el agua se
convierte en elemento de estímulos y nos proporciona un escenario y un juguete
de extraordinarias posibilidades.
Había conocido a Patricia y Ariadne unos días antes, la mamá
había venido al grupo de lactancia y mientras ella atendía a Vanesa, yo tuve el
placer, de jugar, cantar y descubrir la sala grande junto a Ariadne, le puse
los vídeos de la charla y el del taller del Rey León y bailamos bien a gusto un
par de canciones. Así nos conocimos, luego mientras ella mamaba e intentaba
dormir, Patricia y yo charlamos un poquito, de estimulación temprana, de bebés,
de Méjico y así fue pasando el tiempo de ese primer contacto, hasta que la
peque se durmió y nos despedimos hasta el domingo. También conocí al papá unos
días antes, así que eso que no es tan frecuente se producía, la familia y yo
tuvimos nuestro contacto previo. Ariadne hizo su tablita, como era la mayor se
arrogó el privilegio (con nuestra aprobación) de tomar pequeñas decisiones y
también le alcancé juguetes de mayores en la parte que es más teórica y densa.
Se portó maravillosamente y al ser pocos me permitió acercarme a ella para
guiarla un poquitín al principio. Se quedaba fascinada en algunos momentos y,
como suelen hacer los bebés un poco mayores, me acarició la cara que me
encanta, es como si fuera un reconocimiento y es tan dulce. Es maravillosa. Sus
padres son, además de personas maravillosas, profesionales de la cocina, de
modo que la parte del gusto será, sobre todo eso: un gusto. Imaginad si siempre
es una aventura despertar un sentido, en este caso la cantidad de matices que
podrá tener Ariadne.
A Carmen y Guiomar también las conocí en Más Natural, en la
clase de post parto que da Sara, cuando anuncié el curso ella dijo: “Estoy
apuntada, soy Guiomar” la mamá tiene una sonrisa dulce, expresiva y acogedora.
Carmen, que está enorme, tiene también esa sonrisa contagiosa, incrementada por
ese espíritu de los bebés que tienen el efecto multiplicador de todo lo
saludable y auténtico. Juan José llegó con ganas, se le veía disfrutar de
ver a su niña sumergirse en el programa
y hacerlo con alegría. Los tres me regalaron momentos preciosos de esos que hay
en nuestros encuentros, cuando parece que esa familia tuviera una enorme lupa
que les diera un momento intimo entre la gente, me encanta esa sensación.
Momentos de cada familia, donde el papá y la mamá sólo ven al bebé, momentos de
máximo disfrute y que son la antesala de lo que yo imagino que pasará después
en su casa, que este momento sea un punto de magia y de juego, de comunicación
y de risas, aunque sepamos y lo hagamos con la intención de la eficacia. Vi a
Carmen lucir su preciosa sonrisa, mientras giraba y volaba. Al final tuve un
rato de corrillo con sus padres, les enseñe algunas fotos que están en esas
queridas paredes y hablamos un ratito. Ese es otro momento delicioso que
disfruto un montón con las familias.
A Conchi la tenía en
una lista para avisarla cuando hubiera taller, no había podido acudir a una
charla y la llamé para avisarla, tuvimos una conversación telefónica larga, que
sustituía de alguna manera un primer encuentro. Me gustó de inmediato, por las
preguntas, por la atención, me dio esa sensación de inteligencia de mamá (que
es aquella que trasciende de ti para que aproveche tu bebé desde el primer
momento y con las que me encuentro a menudo en estas lides), interés con calma,
una serenidad de bonanza… una conversación, digo, tan agradable. Terminamos con
algo así por su parte como “pues sí, me interesa”. Cuando la vi tuve la misma
sensación. El domingo conocí a David, el papá y a Martín, que se parecen
bastante que jugaron juntos a todo lo que les propusimos y disfrutaron un
montón. Los tenía relativamente lejos, en frente, vamos, siendo tan pocos, así
que de vez en cuando me acercaba a verle, a Martín, y siempre me recibía con
una sonrisa. La atención de los padres fue maravillosa y Conchi, así
presencialmente, era todavía mejor de cómo la hubiera imaginado. Martín…
simplemente maravilloso. Montando las fotos he disfrutado viéndole (bueno, a
todos, tengo en ese momento la oportunidad de recuperar gestos, posturas y a
veces vivencias que me pierdo allí o que
no puedo saborear bastante, en el fragor, la labor…). Me lo había dicho Nines
“¡Cómo me lo he pasado con Martín y sus papás!” Esa es una sensación tan
maravillosa, que me gustaría saber expresarla mejor.
Tras el corrillo de después, especialmente con los papás de
Carmen, recogimos despacio, fuimos a tomar algo juntas y comentamos la mañana.
Ese es otro momento del que os he hablado en otros post muy gratificante. De
camino al metro, cansada pero con esa energía con la que se sale, de la buena
tarea con la buena gente, tenía la necesidad de compartir con alguien más. Mi
amigo Rafa siempre coge el teléfono y es una de las personas en quien pienso
más veces cuando estoy en ese estado: positivo puro. Estaba de celebración
familiar, contento, envuelto en su risa también muy familiar. Hablamos poco,
pero hablamos de lo importante. Una mañana perfecta.
Abril: Un Vídeo de Instantes
El vídeo de abril es muy especial por muchos motivos: por las personas que lo componen, por las colaboraciones, por la calidad de las imágenes, por alguna novedad, por el trabajo de mi hijo...
Todavía no estaba en el blog porque no me deja poner una miniatura, pero ya lo arreglaré mientras tiene que estar aquí también.
Muchísimas gracias a todos y ya sabéis, si queréis fotos preciosas de vuestros bebés: Instantes Inolvidables
El Taller de la Cercanía
Me desperté pensando si llovería Blanca-Shiatsu me había
advertido que Maca (su paciente, amiga y mamá de Borja y Miguel, sus gemelitos)
igual no podía con los dos niños en el bus si encima llovía. Así mi primer
pensamiento fue para ella, una persona a la que aún no conocía, pero a la que
quería conocer y que yo sabía que me iba a presentar a dos seres maravillosos,
así es de mágico todo. Llegó, la tuvimos que esperar una gotita (nunca mejor
dicho porque sí llovía o que se lo pregunten a los del maratón) y fue la
heroína: ella sola, con los dos, en el bus, lloviendo y el carrito que parecía
un convoy de los que vemos por la carretera. Aquella maravillosa y bellísima
mujer me dio la primera buena noticia. Después siempre es un no parar: esos
niños, sus sonrisas, su comportamiento, esos padres tan inteligentes, el flujo
de alegría, de energía pufff. Borja y Miguel están enormes y comen… lo que no
está en los escritos, teta, biberón materno y creo que a este paso van a pedir
una paella en el bar de abajo. Ella es delicada y tiene una tarea tremenda,
pero un interés, un pacto con la inteligencia, con el instinto y la intuición,
que no sólo le hace acudir sino participar y hacer participar de todo a sus
peques. Entre ella, Blanca y Nines los gemelos no perdieron ripio. Maravilloso,
sencillamente.
La primera en apuntarse fue Fátima profe de Más Natural que imparte una clase sobre los beneficios de conservar el cordón
umbilical y las células madre, en Biocord. Ya la conocía, como buena profe, fue
una maravilla de alumna en una de las charlas de marzo, toda entusiasmo y
participación. Tiene una presencia receptiva, que te hace apetecer mostrar lo
mejor de ti, trasmite alegría e interés por los cuatro costados… pero es que…
párate que el marido es igual, atento, amable, alegre… ¿y la peque? Pues África
era la veterana, los mayorzotes siempre hay que tenerles mucho respeto, los
recién nacidos agradecen muchísimo el taller aunque no lo expresen, pero en
realidad sólo necesitan a sus padres: los brazos de papá, el pecho de mamá, sus
olores… soy consciente de ello, son los que más aprovecharán lo aprendido (por
pura cuestión de tiempo), pero yo puedo ser la profe, una señora de Murcia o la
que limpia la sala, a ellos plin, mientras esté mamá. Además lo hacen todo,
porque se lo hacen papá y mamá. Pero los
diez u once meses ya la cosa cambia, se pueden aburrir, cansar, tienen más
independencia y por lo tanto sus primeras decisiones: irse, quedarse,
protestar… Se portó maravillosamente, respondió a todo lo que le ofrecimos para
entretenerse, hizo lo que quiso hacer pero no dio la lata en lo que no quiso
(en casi cuatro horas). Es, como sus papás: exquisita. Cuando te está
escuchando te mira fijo, levanta la cabecita y engurruña un poquito la nariz:
te la comes.
Almudena no pudo venir a la charla, la peque estaba malita y
tocó pediatra, pero avisó, (lo que no era imprescindible, pero se agradece
mucho, le honra y la define: es especial). Yo tenía muchas ganas de ponerle
cara, habíamos compartido sin ser presentadas una deliciosa mañana en Más Natural la de la I Jornada para Blogueras: mujer-parto-consciencia. Leí muchos
de los blogs de las participantes (y me encantaron) y con atención especial:
Menuda Manada, el Nudo de sus Zapatos al ver que ella se interesaba por la charla. Así tuve algún
cachito suyo de: su sensibilidad, del origen de sus textos, de sus emociones… y
me hacía ilusión que viniera ¿qué si quiero que escriba algo sobre ese día?
Pues ¿cómo no? Pero no es eso sólo, me gusta mucho compartir ese espacio
especial con personas como ella, que han hecho de su maternidad un trazado
especial que les explica, les contiene y les ensancha; sin ser tan
irresponsable como para no saber que ese amor tan grande pesa tanto que también
nos limita. Me priva ser parte de esa sensibilidad por una mañana y tener la
esperanza que lo que compartimos les ayude un poco más en ese camino que es tan
bello como difícil a veces. Así conocí a Elena, que es preciosa, alegre,
tranquila, se le nota toda la dedicación que recibe, esa seguridad que
proporciona ir pegada al pecho de su madre, tanto cuando se mueve, como cuando
come ;-), tiene la delicia prendida en la sonrisa y se incorpora a todo lo que
su madre le propone (ya me han escrito para decirme que han empezado en casa y
yo… vamos… que así no hay forma de adelgazar: más ancha que larga). Preciosas,
como les decía en un privado, estoy deseando conocer al resto de la familia.
Juan, vino en calidad de papá de Valentina, acompañado de
Rosana su guapísima mamá. Pero Juan para mi es mi sobrino, alguien de mi
familia, el hijo de una de mis mejores amigas: Rocío; con el que además he
estado horas hablando, ha compartido momentos con mis hijos, le he visto de niño,
le he visto acatarrado y en pijama, ha trabajado conmigo, ha cocinado para mi,
le he visto estudiar, estar preocupado, gamberrear con sus primos y su hermano
Curro… en fin es parte de mi vida y ahora, este domingo: ha venido a mi taller
porque es el papá de Valentina
A-LU-CI-NAN-TE. Pero es que además resulta ser un padre ejemplar, los que hemos
asistido de cerca, lejos o media distancia, a su crecimiento estamos perplejos
ante su metamorfosis y nos quedamos embobados viéndole con su hija, él embobado
con ella, nosotros con ella y con él, yo miro a mi amiga y al final hay un
cruce de embelesos y una amalgama de babas que no es normal ;-). Rosana tiene
una mirada preciosa, unos pómulos prominentes una sonrisa amplia y a mi me
encanta que sea la mamá de Valentina (y de Agustín, Brisa, Tomas y David), toda
su experiencia no le resta ni un ápice de humildad ante la enorme tarea de la
maternidad. Ella me dice, “aprendo y recuerdo” refiriéndose a su relación
conmigo y a su quinta maternidad. Valentina es: maravillosa, alucinante,
divina. Tenía ventaja, con respecto al taller (igual que Ander), porque como
viven lejos cuando nació su padre me llamó para que tuviéramos un encuentro y
habláramos de estimulación, quería que fuera nuestra primera clase. Estaban en
aquél momento todos sus hermanos, que preguntaban y se sentían orgullosos y
satisfechos de poder participar tanto en esa labor. ¿Cómo no va a estar
espabilada? Todo alrededor son estímulos, murmullos, risas, amor, oportunidades,
ideas, imaginación… Sólo en el ambiente más cercano (además de sus abuelos,
tíos, primos…) tiene 6 formas distintas de ver el crecimiento, el desarrollo,
la educación; distintas edades, distintos planteamiento, distintos tonos de
voz… le hablan de cosas comunes, su mejor bien y todos los instrumentos que
estén al alcance para que sea una gran mujer, buena, inteligente, feliz y
satisfecha, capaz de mejorar su entorno y quién sabe si algo más.
Valentina es además sobrina (también) de Blanca-Shiatsu, que
el otro día tuvimos el placer de que nos regalara su presencia, parte de su
conocimiento y un masajito a Borja (el gemelito). Ella es tan especial, tan
maravillosa y alguien que ha entrado en mi vida con tanta fuerza y ternura que
merece un texto aparte, como Nines, que estuvo, como siempre, y como siempre, maravillosa, guapísima y todo generosidad. Dice Blanca: “ Me encanta Nines, se
le van los ojos y las manos detrás de los bebés, qué mona”. Seguro que es
recíproco: qué suerte tengo yo ;-).
Fuimos poquitos porque fallaron un par y además mi ahijada
Tamara este finde no podía, cuando venga ya os contare; poquitos, digo, pero no
me canso de decirlo: ¡qué delicia!.
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